- Tía… anoche tuve una pesadilla horrible…
- ¿Sí? ¡Cuenta!
- Soñé que me levantaba y al ir al cuarto de baño, me encontraba el armario vacío. Habían desaparecido ¡toooodas! las cremas hidratantes, el esmalte de uñas instantáneo, las ampollas “flash”, el corrector de ojeras, el de bolsas; el anticelulítico, el lápiz labial efecto colágeno, las máscara de pestañas extra volumen, el autobronceador, las lentillas de colores, y ese tinte que me pongo que hace que mi rubio artificial parezca natural.
- ¡Qué horror! Por cierto… ¿alquilamos SAW en el video club?
- ¿Después de mi sueño crees que esa peli me daría miedo? ¡Tú estás loca!
- Tienes razón. No hay color.
- ¿Sí? ¡Cuenta!
- Soñé que me levantaba y al ir al cuarto de baño, me encontraba el armario vacío. Habían desaparecido ¡toooodas! las cremas hidratantes, el esmalte de uñas instantáneo, las ampollas “flash”, el corrector de ojeras, el de bolsas; el anticelulítico, el lápiz labial efecto colágeno, las máscara de pestañas extra volumen, el autobronceador, las lentillas de colores, y ese tinte que me pongo que hace que mi rubio artificial parezca natural.
- ¡Qué horror! Por cierto… ¿alquilamos SAW en el video club?
- ¿Después de mi sueño crees que esa peli me daría miedo? ¡Tú estás loca!
- Tienes razón. No hay color.