miércoles, 20 de febrero de 2008

Cuando mi sonrisa vuelva a brillar... volveré.

Hola, a todos/as os agradezco que de un modo u otro os hayáis interesado por mí, es un bonito gesto que valoro un montón, que conste que yo también os echo de menos, pero... tendréis que esperar un poco más mi vuelta a mi propio mundo y al vuestro.

Sabéis que yo aquí no hablo de mi vida personal sino que escribo historias que lo único que pretenden es arrancar una sonrisa porque creo que es lo más bonito del mundo, pero últimamente, una serie de acontecimientos familiares hacen que me sea imposible escribir algo irónico, gracioso o simpático, digamos que no tengo humor para ello, de ahí mi ausencia, en mi blog y en los vuestros, porque siempre os he dejado un comentario de ánimo en cada post que he leído y como ahora no sería así, prefiero guardar silencio.

Pero esto, como todo, pasará, yo siempre digo que todas las desgracias vienen juntas y que luego vuelve la normalidad, y confío en que así será. Y volveré, con la misma ilusión con la que empecé. Amenazo con ello :-)

Gracias, de corazón.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Promesas que salen Caras.

El me prometió no olvidarme mientras viviera. Yo fui más allá: le prometí no olvidarlo ni aún cuando estuviera muerta.
Por eso, quizá, vida tras vida le busco y no lo encuentro.
El me olvidó porque su promesa fue efímera.
Yo no le olvido porque mi promesa fue eterna.
El me amó en presente. Yo le amé también en futuro.
El siempre será libre para amar, mientras yo… jamás podré hacerlo porque vivo atada a una promesa… que jamás debió ser hecha.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Placeres que no engordan.

- ¿Tomará algo de postre, señorita?
- A usted mismamente, camarero.
- ¿Cómo dice?
- ¿No dicen que el postre es la más dulce tentación en la que se puede caer?
- Pues no sé… sí, supongo.
- Pues tú eres dulce y tentador y estoy dispuesta a caer, ¿puedo comerte?
- Salgo a las once.
- Por cierto… a mí los postres, con nata me saben mejor.
- Igual hoy puedo salir a las diez.
- Y si le echas unas gotitas de champán están deliciosos.
- O a las nueve.
- Y con una chispita de miel en el sitio justo…
- ¡Dame un minuto! Me cambio y nos vamos.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Los peligros de ir de Diseño.

- Mamá… qué vestido tan bonito llevas.
- Sí… es de Pedro del Hierro.
- El bolso también me gusta mucho.
- Ajá… es de Carolina Herrera.
- Y los zapatos son chulísimos.
- Son de Manolo Blahnik.
- Mamá… voy a romper mi hucha…
- ¿Por qué, cariño?
- Para que te puedas comprar cosas y no tengas que llevar las de nadie no sea que se las estropees y luego se enfaden contigo.

sábado, 20 de octubre de 2007

Para ser Conductor de Primera...

- Nena… podría perderme en ti para toda la eternidad.
- ¡Uy, no creas, estoy bien señalizada! Te encontrarás varios ceda el paso porque habrá quien tenga prioridad sobre ti, innumerables stops para cuando hagas lo que no debes, límites de velocidad para los días que vayas acelerado, algunos prohibido el paso a lugares a los que no querré que accedas…
- Si entre tanta restricción me aseguras que hay alguna señal de doble curva peligrosa a lo largo de tu cuerpo, estoy dispuesto a recorrer el camino.
- Anda… agarra fuerte el volante con una mano que con la otra te voy a guiar hasta la primera.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Amarás a Dios sobre todas las cosas...

- Papá… me gustaría volver ahí abajo.
- ¡Calla hijo, no sabes lo que dices! Si tú vuelves ahora te internan de cabeza en un psiquiátrico.
- ¿Y crees que estar tumbado en una cama, atiborrado de pastillas y sometido a test psicológicos iba a ser más duro que los tres días que me pasé colgado en la cruz, a golpe de clavo y martillo mientras la corona de espinas se me clavaba en las sienes y me limpiaban las heridas con vinagre?
- ¡Mira que eres rencoroso!

jueves, 4 de octubre de 2007

Mejor no molestar a quien Duerme.

Y el príncipe con su espada fue cortando las zarzas que rodeaban el castillo y acercándose sobre ella, que yacía tumbada, le besó los labios:

- ¡¿Pero qué hacesssss?!
- Despertarte… llevas muchos años durmiendo, Bella.
- ¿Y a ti que te importa eso? ¿He ido yo a meterme en tu vida? ¿Tú sabes lo bien que estoy yo aquí tumbadita sin dar un palo al agua y toda relajada? ¿Ahora qué? A buscar trabajo, un marido, casarme, tener hijos, soportar su adolescencia, estresarme, separarme, llegar a la menopausia, tener sexo una vez al mes, envejecer…
- Vaya… pues no lo había pensado…
- ¡Anda, tira para el ático a ver si encuentras el huso y vuélveme a pinchar, atontao, qué eres un atontao!